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una última vez, pero es la buena

Dos palabras y una espera...

Dos palabras y una espera...  

Y hablando de las dos sorpresas… te propongo un juego, espero que te guste.

De la primera va la primer pista: te acuerdas lo que dijo Jaime, te invito a comer uvas por la tarde… pues algo tiene que ver con eso. ¿Qué te sugiere?

De la segunda va la primer pista: Te acuerdas la primera vez que bajé veinte kilos, entonces la razón que todos supieron es que "tenía un buen motivo". Digamos que algo va por ese lado, ya se que el buen motivo que tenía entonces parece que se esconde ahora (seguro me dirás que más que escondido está secuestrado), pero ya me conoces la esperanza es lo último que muere.

Pero sin ponerme escatológico te diré que el motivo, o la sombra del motivo, me está motivando para que pase algo… ¿Qué será?

No desesperes, no es como salir a nombrar vientos, es mucho más concreto. Hay cosas que requieren maduración para que en el momento que lleguen a tus labios tengan un efecto casi afrodisiaco, incrementado también por el deseo reprimido por algún tiempo. Déjame madurar estos dos regalos que quiero entregarte con todo el cariño que por ti he sentido (y siento, aunque tuerzas la boquita), puede que sean un preludio de mejores tiempos o podrían ser también un hermoso adiós para una  hermosa historia.

¿Me concedes esos dos deseos?

Estoy seguro que si, en premio yo te concedo el tercero. ¿Qué será aquello que aún puedas pedirme, qué aún quieras pedirme?

¿Te acuerdas de Sherezada? 

Si no puedo ser otra cosa déjame al menos convertirme en una voz, voz que susurre en tu alma, con la que jugueteemos y, déjame soñar, despierte en ti la esencia de aquello que existió y hoy dices que ya se perdió en el tiempo.

Cierra los ojos y recibe este beso que dejo para ti, aquí en el universo…

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