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una última vez, pero es la buena

Don José vs el absoluto...

Don José vs el absoluto...  

Primera caída…

Apenas ayer por la noche, como a las 2.30, surgió esta paráfrasis en un sueño. Mira que hay de sueños a sueños, pero este fue de los que podemos llamar melódicos, sonoros de género ecléctico. Es de sorprender que soñando contigo Eros estuviera más bien quieto. Pero basta de rollo, acompáñame metáfora adentro, toda esta historia es por mi y tiene, por eso mismo, mucho que ver contigo.

Quien es quien, primero. Don José es un hombre metódico, seguro y fuerte, para mayor dato es oficial del Regimiento de Dragones de Alcalá. Tiene mando y lo ejerce. De mujeres ni hablar, no tiene tiempo. Tiene madre y tiene una pequeña novia -Micaela- que la madre ha impuesto.

Eso de la imposición no creas que es cómo en una novela, la imposición comenzó muy suave, sin notarse con las primeras letras. Don José, cuando era Josecito, mamó de los pechos maternos el nutriente del alma y del cuerpo. Los valores, supremos principios, la moral, la decencia, las costumbres y las buenas maneras. Seguro que ya me caíste en la maroma. Pues si, allí también, en esa leche se infiltró el enemigo que creció en el corazón de nuestro buen José como un gemelo. Antes, durante y después de que el Don llegara, esperando el momento.

Y bien, para darle emoción al texto, dejemos a nuestro Don José y su gemelo en ese impase como de novelilla policiaca, para atender un día -no cualquier día- en el cuartel donde en guardia nuestro amigo está por enfrentar el destino, nada menos que en un plaza de sevilla.

Tan, tan, taranta, tan, taran, tará… (nótese los "tan" y su orden son una pista de la seguuuuuuuunda caída seguuuunda)

1 comentario

Maberucita -

Sigo esperando ¡La Segundaaa Caidaaaa!, eh!